En un contexto en el que, las leyes y medidas, que se van imponiendo desde el gobierno de la nación y que se plasman también en los gobiernos autonómico y local, quiebran el sistema de solidaridad social, la población infantil está sometida a una situación cada vez más dura.
Los recortes en ayudas y servicios sociales básicos, que venían actuando como factores de protección, amenazan los derechos fundamentales: de alimentación, vivienda, educación, atención sanitaria… e inciden de forma especial en el sector más frágil de la infancia y necesitado de ayudas y apoyos en el ámbito familiar, escolar y social.
La infancia es ya, según Unicef, el sector de población más pobre de nuestro país, a la vez que, en la Comunidad de Madrid se ha eliminado la figura del defensor del menor, que podía diagnosticar y denunciar esta situación.
Es por ello que, como llevamos haciendo desde el curso pasado, seguimos trabajando en un proyecto común de resistencia tanto a estas políticas como al silencio y falta de visibilidad de los problemas que atañen a nuestra población infanto-juvenil, de forma que los ciudadanos y ciudadanas adultos que vivimos en Leganés, actuemos y seamos conscientes de la realidad de nuestra ciudad.