Sobre los desahucios de Leganés

Desde la Asamblea Popular de Leganés queremos poner de manifiesto y mostrar nuestra total repulsa a la forma cómo han sido llevados a cabo los 2 desahucios que tuvieron lugar la semana pasada en nuestro municipio.

LUNES 24, Avd. Europa, 59.

En torno a las 7:30h un grupo de compañeros se posicionaron, de la manera en que la que viene siendo habitual, en el portal del vecino Joe, para establecer resistencia pacífica e intentar impedir el desahucio.

Poco después, apareció por un fuerte dispositivo policial formado por un total de 15 agentes, entre policía local y nacional, éstos últimos ataviados con el habitual uniforme antidisturbios y sin el número de placa visible.

De muy malos modales se dirigieron a los compañeros y les echaron con empujones, y gritos, tanto del portal como de las inmediaciones del mismo, obligándoles a ubicarse en la acera de enfrente.

Dos compañeras, haciendo uso de su derecho, solicitaron al nacional su número de placa, y éste no sólo, no se lo facilitó sino que se las llevó detenidas acusándolas de atentado, desobediencia civil y resistencia a la autoridad.

Cortaron la circulación de la calle, acordonaron la entrada al portal con vallas y se desplegaron impidiendo la entrada a toda persona que no se identificara. Así mismo, impidieron la entrada al abogado de PAH, dejando a nuestro vecino sin representación legal.

A las 11:30h llegaron los secretarios judiciales en un coche de policía y, escoltados por otros 4 agentes más que venían con ellos, entraron a casa de Joe. Un total de 19 policías para echar a una familia de su casa por no poder pagar la hipoteca.

Finalmente, debido a las irregularidades que habían tenido lugar en el dictamen de la sentencia (Joe en ningún momento tuvo representación legal mediante abogado, ni se le asignó uno de turno de oficio), el alzamiento quedó aplazado hasta el próximo 12-12-2011.

MARTES 25, Avd. María Moliner, 36.

Lo que allí tuvo lugar puede calificarse como macro despliegue policial para expulsar a nuestra vecina Conchi, que lleva 8 años queriendo pagar su casa al IVIMA, pero éste no le cogía el dinero.

A las 6 de la mañana ya estaban policías, nacionales y locales, en el patio del edificio, para bloquear la entrada a todo aquél que quisiera entrar.

A las 7 de la mañana se encontraban 16 ‘lecheras’ de policía, con un total de 200 agentes,  en el recinto y cercanías, despejando la zona de vecinos y curiosos; obligando a que todo aquel que bajase de su domicilio permaneciera fuera del cordón policial.

El barrio de Leganés Norte de Leganés, se convirtió en un estado de sitio, tomado por  las fuerzas del orden para echar de su casa a una mujer enferma con dos hijos menores.

Registraron mochilas, pidieron documentación, quitaron cámaras a la prensa y amedrentaron a todos los allí asistentes,  todo aquel que increpara a la policía era identificado.

Por supuesto, ninguno de los agentes llevaba su número de identificación. Cabe destacar dos hechos:

– un vecino solicitó dicho número de identificación a un agente, éste se lo facilitó y acto seguido exigió la identificación de nuestro vecino y le sancionó.

– cuando un agente dio su número de placa, dijo que ése era también el del resto de sus compañeros. ¿Podríamos hacer nosotros ese extensión?, ¿si a un compañero le solicitan el DNI puede decir que ese número es el del resto de los allí presentes?

Cercana ya la hora de que aparecieran los secretarios judiciales, nuestra vecina Conchi sufrió un ataque de ansiedad, por lo que la llamada a una ambulancia se hizo necesaria. La policía, negó el pasó de la misma y por tanto la asistencia médica, que podía haber causado mayores daños. Finalmente, 20 minutos después aceptaron su entrada.

A las 11:30h llegaron los secretarios judiciales en un coche de policía y, escoltados por otros 4 agentes más que venían con ellos, llamaron a casa de Conchi y preguntaron si se iba a ir por las buenas o por las malas. Conchi eligió la primera opción, entregó la llave a una vecina y se marchó con lo puesto, pues no había cogido nada de ropa y tampoco le dejaron entrar a por ella.

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